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El embarazo en perros: consejos generales, síntomas y señales
La gestación o embarazo en perros es, sin duda, una de las experiencias más entrañables e interesantes que podemos experimentar si compartimos nuestra vida con uno de estos animales. No obstante, es un proceso que también puede traernos más de un quebradero de cabeza, sobre todo en el caso de que no haya sido algo planificado y nos encontremos, en pocos meses, con muchos cachorros a los que no podamos atender.
Además de esto, una perra preñada requerirá más atención de lo normal, como es lógico, y puede suponer también mayores gastos y riesgos para su salud. Por todos estos motivos, lo primero que debemos señalar es que lo más responsable es tomar medidas para que nuestra perra no se quede embarazada.
Las perras pueden quedarse preñadas cada vez que entran en celo, periodo que puede durar hasta tres semanas y que experimentan, aproximadamente, cada 6 meses. No obstante, estos tiempos varían de una perra a otra.
Durante las semanas en las que nuestra perra esté en celo, será recomendable que la paseemos siempre con correa y que estemos especialmente atentos para evitar tanto los apareamientos indeseados como las posibles peleas con los machos rechazados.
Si nuestra perra se queda embarazada, ya sea por un descuido nuestro o de forma premeditada, lo notaremos por las siguientes señales:
- Secreciones de flujo vaginal hasta un mes después del apareamiento.
- Las mamas y pezones crecerán y cambiarán a un color rosado. Puede que ocasionalmente segreguen un líquido semitransparente.
- Aumento de las micciones, ya que la vejiga dispone de menos espacio para expandirse.
- Aumento de peso a partir del día treinta y cinco, hasta aproximadamente un 50% más de su peso normal.
- Hinchazón en la barriga a partir del día cuarenta, que será mayor o menor dependiendo del tamaño de la camada y de si es o no una madre primeriza.
- Cambios de conducta: aletargamiento o exceso de actividad, rechazo del contacto con otros perros (en especial, machos), pérdida de apetito las dos primeras semanas y aumento a medida que se acerca el parto, hasta las 48-24 horas antes, que vuelve a disminuir o incluso desaparece, etc.
Para que no haya ninguna duda, lo mejor será que nuestro veterinario confirme el embarazo. Podrá hacerlo a partir del día 21 mediante una ecografía. Un análisis de sangre específico también puede indicar si está preñada.
¿Cuánto dura el embarazo de un perro?
El embarazo del perro dura unos 62-63 días, pero esta no es una cifra exacta: puede variar en función de factores como el tamaño del perro, si nos encontramos o no ante una madre primeriza, el tamaño de la camada y muchos otros. Dependiendo de la perra, el embarazo puede ser más corto y concluir a los 58 días.
Nuestro veterinario nos orientará en función de las características concretas de nuestra perra y su gestación, pero debemos tener en cuenta que predecir el momento exacto del parto es muy complicado. Por lo tanto, en la fase final del embarazo, lo mejor será que estemos siempre muy atentos.
¿Qué comida es buena para una perra embarazada?
Durante el periodo de gestación, los perros necesitan una alimentación especial. Su cuerpo experimenta muchos cambios y debe ser capaz de llevar el embarazo a buen término. Para que tanto la madre como los cachorros estén sanos y se desarrollen correctamente durante este tiempo, lo mejor es alimentarle con comida para cachorros.
¿Por qué para cachorros si es una perra adulta? Muy sencillo, porque la comida para cachorros lleva un aporte extra de vitaminas y minerales que serán de gran ayuda para nuestra perra durante la gestación. Puedes ver un ejemplo de dieta para cachorros aquí.
El parto en perros: ¿cuáles son los síntomas? ¿Cuánto tarda un perro en parir?
El parto es el momento clave del embarazo de un perro, y es normal que nos genere muchas dudas. Siempre y cuando nuestro veterinario nos haya confirmado que no existe ningún problema que haga aconsejable realizar una cesárea o cualquier otro tipo de intervención, podremos hacerlo en casa.
Para ello, será recomendable que compremos o construyamos una paridera o nido: una estructura cuadrada con paredes bajas que instalaremos en algún rincón aislado de la casa. Cuando la perra sienta que el parto se acerca, querrá estar allí.
Los síntomas del parto en perros son los siguientes:
- La producción de leche aumentará mucho en las 24-48 horas previas al parto, en el caso de las perras con experiencia, y entre 7 y 10 días antes en las madres primerizas. Además, la vulva estará edematosa.
- La perra se comportará de forma alterada y querrá estar todo el tiempo en la paridera. Debemos respetarla y dejarle espacio.
- La temperatura corporal descenderá entre 1 y 2º
- Expulsión de una mucosa sanguinolenta, similar a flujo vaginal de color marrón. Si la vemos, no debemos asustarnos: es la señal de que el parto es inminente.
- Excesivo lamido de la zona vaginal.
- Temblores, vómitos, orina…
La segunda fase del parto se llama expulsión. El parto en perros puede durar hasta cuatro horas, con un tiempo de descanso entre cachorro y cachorro de entre quince minutos y dos horas. Cuando el parto comience, debemos mantenernos cerca de la perra por si necesitase nuestra ayuda, pero siempre respetando su espacio y su forma de hacer las cosas.
Decimos esto porque lo normal es que la hembra se encargue de todo: lamer a los cachorros para estimularlos, cortar el cordón umbilical y aproximarlos a las mamas. Solo deberemos intervenir en el caso de que esté muy debilitada o desorientada para hacerlo por sí misma: si comprobamos que algún cachorro se queda sin limpiar, si no les da de mamar, etc.
El embarazo psicológico en perros
El embarazo psicológico o pseudogestación en perros es un problema frecuente. El animal presentará todos o varios de los síntomas del embarazo en perros de los que hemos hablado anteriormente, pero no habrá embarazo real ni cachorros en camino.
Los embarazos psicológicos son habituales en las perras no esterilizadas y su principal causa es un desajuste hormonal. La perra experimentará cambios en su comportamiento y un aumento de la producción de leche que puede llegar a causar mastitis (infecciones en las mamas).
Dependiendo de la perra, el embarazo psicológico puede hacer necesaria la prescripción de un tratamiento farmacológico o, en los casos más graves, la castración del animal para evitar que vuelva a aparecer en celos posteriores. Lo más recomendable, una vez confirmado el problema, es que sigamos en todo momento los consejos de nuestro veterinario.
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