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Interpretando el lenguaje corporal de los perros
Entender el lenguaje corporal de los perros es fundamental para evitar conflictos con ellos y actuar correctamente en función de cómo se sientan. Asustados, emocionados, alerta, decaídos, preparados para defenderse… Nunca se debe olvidar que los perros son seres complejos, capaces de experimentar muchas emociones diferentes y, sobre todo, capaces de transmitirlas de forma consciente e inconsciente.
En este artículo hablaremos sobre por qué es tan importante leer e interpretar las señales que nos envían los perros y cuáles son las más habituales. Tu forma de relacionarte con tu perro tal vez cambie cuando compruebes todo lo que constantemente intenta decirte y hasta ahora, quizás, no habías entendido. ¡Vamos allá!
¿Por qué es importante entender el lenguaje corporal del perro?
Los perros son muy diferentes de nosotros, pero no por eso, o por el hecho de que sean animales, debes dar por sentado que no poseen emociones complejas o que no son capaces de transmitirlas. A nada que profundices en el lenguaje corporal de un perro, descubrirás que son como libros abiertos y que hacen todo lo que pueden por comunicarse. No es que las señales que emiten sean demasiado sutiles, sino solo que a menudo no sabemos interpretarlas.
Y es que saber cómo interpretarlas es importante, desde luego, tanto por el bienestar de tu amigo peludo como por el tuyo propio. Poniéndonos en la peor situación posible, entender cómo se comunica un perro puede ayudarte, por ejemplo, a evitar un mordisco de advertencia, ya que antes de recurrir a una medida tan extrema un perro mostrará diversas señales de incomodidad.
De la misma manera, un perro también indica cuándo se siente calmado, emocionado o ansioso, cuándo quiere que le des algo o, simplemente, cuándo busca tu atención.
Muchas de las señales del lenguaje corporal de los perros pueden parecerse entre sí, por lo que siempre es recomendable que te pares a pensar en el contexto en el que te encuentras. Una cola moviéndose a toda velocidad, por ejemplo, suele asociarse a la felicidad, pero también puede significar nerviosismo o excitación. No se trata de cómo imagines tú que debería sentirse el perro, sino de ponerte en su lugar y entender qué hace o qué quiere.
Lenguaje corporal de los perros: señales de calma y de alarma
Posición de las orejas
Las orejas de los perros pueden ser difíciles de interpretar, ya que hay infinidad de tipos y tamaños diferentes. Un truco para comprender el movimiento de las orejas incluso en los perros que las tienen grandes y caídas es fijarse no en toda la oreja, sino en el movimiento de la base. En líneas generales, se suele considerar que las orejas hacia detrás significan miedo, inseguridad o actitud defensiva. En cambio, cuando las orejas están inclinadas hacia delante, el perro se encuentra alerta o muestra interés por algo.
Boca
Los perros dependen mucho de su boca para relacionarse entre ellos y con el mundo, por lo que no resulta sorprendente que esa parte de su cuerpo proporcione también muchas pistas acerca de cómo se sienten.
Un perro relajado normalmente tendrá la boca entreabierta, e incluso con la lengua colgando. Una boca cerrada puede interpretarse de varias maneras, en función del contexto, pero habitualmente suele ser una señal de que el perro está alerta. Si el perro se lame el hocico con rapidez y de forma repetida, será una señal de incomodidad.
La comisura de los labios también te puede indicar cómo se encuentra el perro. Por ejemplo, salvo excepciones, si los labios están extendidos hacia delante y el animal muestra los dientes delanteros, su actitud será más bien agresiva.
Ojos
Para entender el lenguaje corporal de un perro, los ojos pueden ayudarte de dos maneras: por su forma y por la mirada del animal.
En relajación, los ojos de un perro son almendrados y la esclerótica (la parte blanca) casi no se ve. En cambio, un perro en tensión o excitado tendrá los ojos mucho más abiertos y con forma redonda.
En cuanto a la mirada, debes tener en cuenta que los perros, animales con un instinto cazador más o menos desarrollado, solo fijan la mirada en situaciones de alerta o cuando están pendientes de una presa. Si, por el contrario, el perro desvía la mirada constantemente, debes interpretar que se siente inseguro o asustado.
Postura del perro
Un perro erguido normalmente se encuentra en una situación de confianza o seguridad. En cambio, una postura baja puede expresar miedo, inseguridad o sumisión. Un ejemplo habitual de esto último es cuando el perro se pone boca arriba y expone su tripa: entre los perros, es una postura de petición de calma. Es frecuente observarla cuando un perro intenta detener la agresión de otro. Ese es el motivo por el que no es buena idea forzar esa postura en un perro nunca.
No obstante, en muchas ocasiones los cambios de postura del perro en función de su estado de ánimo son mucho más sutiles. Por ejemplo, un perro que rehúya el contacto de otro o de una persona puede girar continuamente la cabeza a un lado o al otro, retroceder unos pocos pasos, desplazar su peso hacia atrás, dar un pequeño rodeo, etc.
Cola
El estado ideal de la cola de un perro es el que muestra cuando se encuentra en estado de relajación. La altura a la que se encuentre cuando el animal está relajado, será el barómetro que nos permitirá interpretar el resto de emociones. Así, cuando la cola esté más alta del nivel de relajación, generalmente, significará que el perro está en estado de alarma o de seguridad. Si se trata de uno u otro caso, tendremos que interpretarlo según el contexto.
Cuando la cola se encuentre por debajo del estado de relajación o, incluso, metida entre las patas, tenderemos a pensar que nuestro amigo está experimentando miedo o inseguridad.
No obstante, debemos tener muy en cuenta que la altura a la que la cola se sitúa en el estado de relajación está condicionada por la raza del perro. Hay razas, como los carlinos, que apenas pueden variar la posición de su cola, lo que puede acarrearle problemas de comunicación con sus congéneres. Debemos aplicar lo que estamos aprendiendo en este artículo a nuestro perro, un individuo con sus particularidades propias.
También hay que tener en cuenta si la cola está en movimiento (alegría, enfado, miedo, ansiedad…) o rígida (tensión) a la hora de leer “perro”.
Sonidos
A los humanos nos suele molestar mucho que un perro ladre, pero nos olvidamos de que es otro de sus canales de expresión. Y uno muy importante.
Entre los sonidos que utilizan para transmitir emociones, se encuentran los gemidos (dolor, llamada de atención…), los gruñidos (juego, desacuerdo, enfado, molestia), los suspiros (relajación) y un amplio abanico de tipos de ladridos. Si eres dueño de un perro, sabes mejor que nadie que un ladrido no significa lo mismo que otro. Nosotros somos capaces de diferenciarlos, pero, entre ellos, la capacidad de apreciar los matices entre sonidos es mucho mayor. Por esto, no siempre es buena idea regañar a nuestro perro cuando intenta comunicarse con otro de esta manera. Una vez más, habrá que recurrir al contexto.
Otras señales importantes del lenguaje corporal de los perros
Aunque las que hemos mencionado hasta ahora son las señales más frecuentes del lenguaje corporal de los perros, no son las únicas. Cabe mencionar otras como, por ejemplo, la postura de las patas -una de las patas delanteras ligeramente levantada puede indicar alerta o inseguridad – o el cabello erizado, que puede verse tanto en situaciones de ataque como durante el juego, como una consecuencia de la excitación del momento.
De todos modos, es importante tener en cuenta que el lenguaje corporal de un perro debe entenderse siempre como un conjunto y que, como mencionábamos al principio, el contexto es fundamental. Además, también has de recordar que cada perro es diferente y tiene sus propios límites, preferencias e incluso códigos particulares para comunicarse.
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