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Mi perro no quiere comer, ¿qué hago?
Como bien sabemos, los perros suelen tener un apetito voraz, y mucho más si están en fase de crecimiento. Si nosotros no les racionásemos la comida, seguramente casi todos los perros comerían mucho más de lo que realmente necesitan.
Por ello, cuando un perro no quiere comer nada y pierde ese hambre permanente que todos parecen tener, lo más normal es que se nos enciendan las alarmas. Hoy en día nuestros perros son mucho más que animales de compañía: son parte de la familia. Así que, naturalmente, nuestra preocupación se dispara.
¿Qué le pasa a un perro que ha perdido las ganas de comer? Por desgracia, no hay una única respuesta, ni una forma fácil o rápida de averiguarlo. Veamos qué podemos hacer.
Causas por las que un perro no quiere comer
Es verdad que cada perro es un mundo, pero cuando te encuentras con este problema frente a Golden Retiever, una raza que se caracteriza precisamente por su glotonería y que normalmente no tiene ningún problema en llevarse el alimento a la boca, empiezas a sospechar que algo grave podría estar pasándole a tu perro.
Y en realidad podrías tener razón. Los perros son animales que normalmente están encantados de comer, y precisamente la falta de apetito puede ser un síntoma de que algo no va bien.
Según los expertos, la falta de hambre puede estar ocasionada por estos problemas:
1. La comida no le gusta o se ha cansado de ella
Estos suelen ser los motivos más habituales. Si es la primera vez que le damos una comida y el perro, tras olerla o probarla, la rechaza, es posible es que sencillamente no le guste. Si es su comida habitual, tal vez se haya aburrido de ella. Para cerciorarnos, podemos tentarle con otro tipo de alimento: si perro lo acepta de inmediato, ya tenemos nuestra respuesta. En caso de que nuestro perro tenga un paladar algo más exigente que la media, podemos evitar que pierda el apetito cambiándole la comida con cierta frecuencia. Así, siempre habrá novedades en el plato.
En nuestra gama de dietas, tenemos varias especialmente pensadas para perros que son malos comedores. Por ejemplo:
2. Estrés o ansiedad
Si el perro ha pasado por algún cambio brusco, como por ejemplo una mudanza o un viaje, el estrés podría estar jugándole una mala pasada. Algunos perros son más sensibles que otros a los cambios, las discusiones en casa, el fallecimiento de su dueño y, en general, todos los acontecimientos que pueden causarles estrés. La pérdida del apetito será su forma de manifestarlo.
3. Tratamientos veterinarios
Si estamos medicando a nuestro perro, o si ha pasado por una cirugía cuyas secuelas le estén causando dolores y malestar, es normal que deje de comer o tenga menos apetito de lo habitual. En ese caso, el problema desaparecerá por sí solo en poco tiempo.
4. Golpes, heridas o fracturas
Si tu perro no quiere comer, puede que haya sufrido alguna herida o recibido algún golpe que se te haya pasado inadvertido. Al igual que nos sucede a las personas, el dolor puede causar que el animal no tenga hambre. Examina a tu perro y, si detectas alguna herida o hematoma, llévalo a tu veterinario, especialmente si la situación se prolonga y a tu pero le suenan las tripas y, aun así, no quiere comer.
5. Enfermedades
Las patologías son la principal razón por la que un perro no quiere seguir comiendo. El malestar de cualquier tipo, ya sea estomacal o muscular, puede hacer que el perro no tenga fuerzas ni ganas de alimentarse.
A veces puede tratarse de una simple inflamación o intoxicación por algo que ha comido, mientras que otras veces podemos estar hablando de enfermedades sistémicas o incluso tumores.
¿Adivinas qué clase de alimentos pueden afectar más a la salud del perro a largo plazo según los expertos en nutrición canina? Te daremos una pista: Cuanto menos natural sea, peor para el animal.
Cuando se trata de comida, un perro no alcanza a distinguir qué le hace daño y qué no: si ve algo que le llama la atención, lo comerá. Si el perro ha ingerido algo que no puede digerir, tal vez se sienta mal, o incluso puede tener una obstrucción en el estómago o los intestinos. Este será el problema, casi con toda seguridad, si el perro vomita (espuma blanca, líquido amarillo, objetos extraños, restos… deberemos examinar el vómito para comprobarlo) y no quiere comer.
Por otra parte, hay muchas enfermedades que pueden hacer que un perro no quiera comer: los posibles síntomas (fiebre, vómitos, diarrea, temblores…) nos darán la pista. Una vez más, deberemos llevarlo al veterinario lo antes posible.
6. Parásitos
Una infestación de parásitos es otra de las posibles causas por las que un perro puede dejar de comer. Si el problema persiste, deberemos inspeccionar a nuestro perro en busca de garrapatas, pulgas y otros parásitos externos, además de someterlo a un examen veterinario que determine si tiene parásitos internos como, por ejemplo, lombrices.
7. Celo
Si tu perro está en celo, es muy probable que se muestre tan ansioso que pierda parcial o totalmente el apetito. No te preocupes: en pocos días volverá a comer con normalidad.
8. Vejez
Algo que muchos no tienen en cuenta y que también influye (y que tiene mucho que ver con el tema de las fracturas) es la edad del animal. Cuanto mayor sea un perro, más probable es que sufra toda clase de achaques más y menos visibles, y mayor será la posibilidad de que surjan más razones para comer menos.
A muchos perros se les caen los dientes cuando alcanzan la vejez, y el duro pienso es justamente un tipo de alimento que deberías evitar al máximo. Ahora te explicamos qué podrías darle en su lugar, en cualquier caso.
9. Si el perro es diabético y no quiere comer
Si tu perro es diabético y no quiere comer, puede estar sufriendo una hipoglucemia, es decir, niveles de glucosa en sangre anormalmente bajos. La glucosa baja pude ocasionar diversos síntomas, y uno de ellos es, precisamente, apatía y falta de apetito.
Si el perro rechaza todos los alimentos, lo más recomendable será administrarle una dosis de glucosa lo antes posible, utilizando azúcar y agua del grifo, y vigilarlo durante las horas siguientes hasta que se comporte con normalidad y comience a comer.
Mi perro no come por aburrimiento
Como ya comentábamos, el aburrimiento es el motivo más frecuente por el que un perro pierde el apetito. Los perros son muy diferentes entre sí, y mientras que hay algunos que pueden comer todos los días lo mismo sin ningún problema, otros terminarán cansándose.
No debe parecernos extraño: imagina cómo nos sentiríamos nosotros si comiésemos exactamente la misma comida durante semanas, meses y años… seguramente acabaríamos hartos, y lo mismo les sucede a muchos perros. Es natural y, para combatir este problema, la solución es la misma que para los humanos: buscar formas de hacer que la comida sea más interesante.
¿Cómo lograrlo? En primer lugar, podemos comprar diferentes tipos de pienso y mezclarlos o ir alternándolos. También podemos añadir de vez en cuando a su comida, con moderación, aceite de una lata de atún (o incluso el propio atún), huevo crudo sin cáscara, latas de comida húmeda, etc.
Nunca hay que olvidar que no es buena idea cambiarle completamente el pienso a un perro de un día para otro, ya que podríamos producirle problemas estomacales. Lo más recomendable es mezclar el pienso nuevo con el antiguo, cada día en una proporción mayor, para que el cambio sea progresivo.
¿Qué hacer si mi perro no come y está triste?
Si tu perro se niega a comer y parece decaído, probablemente tenga algún problema. Esté o no mayor, siempre que veas que a tu perro le faltan ganas para comer, llévalo al veterinario. No hay mejor solución a corto plazo. Un profesional le puede hacer una radiografía y descartar cualquier lesión o problema físico.
Es posible que el profesional no encuentre nada concreto que te ayude a descartar el problema. Si es ese tu caso, sobre todo si es un animal que suele preferir cualquier comida menos la suya, tal vez sea hora de pensar en darle algo mucho mejor porque, ¿acaso no se lo merece?
A menudo, los perros se cansan del alimento que tienen, y empiezan a ignorarlo. Entre otras razones, porque cuando tienes que comer lo mismo cada día, te acabas aburriendo. ¿Has probado alguna vez a comer lo mismo cada día? Te aseguramos que acabarías cogiéndole asco…
Ahora es la mejor ocasión para empezar a variar su dieta de manera que disfrute de verdad. Empieza a ponerle comida de verdad en su plato. No estamos hablando de bolitas de pienso (alimento de baja calidad, extrusionado y con vitaminas artificiales) sino comida preparada específicamente para su especie. A largo plazo también podría ser una buena solución, ya que una mejor alimentación siempre será garantía de una mejor salud.
Él necesita alimentos creados para cubrir sus necesidades, con proteína de alta calidad, con ingredientes frescos y húmedos y que son atractivos hasta para ti.
Si le ofreces a tu perro alimentación de este tipo, el animal experimentará una mejoría tremenda tanto en su motivación para comer al mismo tiempo que aumentan las energías que obtiene cada día. ¡Por fin su cuidador lo comprende y le da alimentos que de verdad le gustan y le sientan bien!
Para empezar, nosotros te recomendamos que apuestes por las recetas que contienen arroz, ya que es un tipo de textura que agrada mucho a los perros y los anima a seguir comiendo.
Esté en la situación que esté, seguro que les encanta. Puedes hacerles tú mismo los platos con arroz, y si quieres luego puedes probar también con nuestros menús preparados, para cuando tengas poco tiempo disponible. Te recomendamos especialmente Naku North y Naku Instinto para empezar.
Luego, podrás seguir añadiendo más matices y variedad a su dieta a través de otros menús con patata (Naku Delta) o pescado (Naku Marine), por ejemplo. ¡Sigue leyendo nuestros consejos para tener muchas más ideas!
Como ves, hay muchas maneras de ayudar a un perro que no quiere comer. No todo pasa por tratarlo con un veterinario para curar su enfermedad. A veces, la mejor manera de ayudarlo es dándole algo que de verdad le guste y le aporte más alegría en su día a día.
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